Tatú carreta (Priodontes maximus)
Chacoan peccary (Catagonus wagneri)
Jaguar (Panthera onca)
Guacamayo verde (Ara militaris)
Mono nocturno andino (Aotus miconax)
Puma (Puma concolor)
Lechuza de anteojos (Pulsatrix perspicillata)
Venado gris (Mazama gouazoubira)
Algarrobo (Prosopis spp.)
Quebracho colorado (Schinopsis lorentzii)
Palo santo (Bulnesia sarmientoi)
Cactus columnares (Echinopsis atacamensis y similares)
Molle (Schinus molle)
Guayacán (Tabebuia spp.)
Ceiba trichistandra
Jacarandá mimosifolia
1. Factores Naturales
Sequías prolongadas
Son comunes y pueden debilitar la vegetación, reducir la disponibilidad de agua y aumentar la mortalidad de árboles.
Vientos fuertes (rachas o temporales)
Pueden derribar árboles debilitados por la sequía y dispersar incendios o semillas invasoras.
Incendios naturales
Ocurren por rayos o altas temperaturas. Algunas especies están adaptadas, pero incendios frecuentes dañan la regeneración.
Plagas y enfermedades naturales
Bajo ciertas condiciones, insectos o hongos pueden proliferar y afectar grandes extensiones de bosque seco.
2. Factores Antrópicos (Humanos)
Tala y explotación forestal
La extracción de madera y el desmonte para agricultura o ganadería son las principales amenazas. Reducen la biodiversidad y alteran el equilibrio ecológico.
Incendios provocados
Se usan para limpiar terrenos y a veces se descontrolan, afectando zonas protegidas y especies vulnerables.
Agricultura extensiva
Sustituye el bosque por monocultivos, degrada el suelo y elimina especies nativas.
Ganadería
Compacta el suelo, elimina la vegetación baja y dificulta la regeneración natural del bosque.
Urbanización y caminos
Fragmentan el hábitat, impiden el movimiento de fauna y facilitan la invasión de especies exóticas.
Introducción de especies exóticas
Plantas y animales no nativos pueden desplazar especies locales y alterar la dinámica del ecosistema.
Cambio climático
Intensifica las sequías, cambia los ciclos estacionales y aumenta el riesgo de incendios y pérdida de biodiversidad.