La biodiversidad se compone de todos los diferentes tipos de vida que encontramos en un área: la variedad de animales, plantas, hongos e incluso microorganismos como las bacterias que conforman nuestro mundo natural. Cada una de estas especies y organismos colabora en los ecosistemas, como una intrincada red, para mantener el equilibrio y sustentar la vida. La biodiversidad sustenta todo lo que necesitamos en la naturaleza para sobrevivir: alimento, agua potable, medicamentos y refugio.
A medida que los humanos ejercen una presión cada vez mayor sobre el planeta, utilizando y consumiendo más recursos que nunca, corremos el riesgo de alterar el equilibrio de los ecosistemas y perder biodiversidad. El Informe Planeta Vivo 2024 de WWF detectó una disminución promedio del 73 % en las poblaciones mundiales de mamíferos, peces, aves, reptiles y anfibios desde 1970. El histórico Informe de Evaluación Global de 2019, elaborado por la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas, informó que un millón de especies animales y vegetales están actualmente en peligro de extinción, la cifra más alta en la historia de la humanidad.
Tres cuartas partes del entorno terrestre y aproximadamente el 66 % del entorno oceánico se han visto significativamente alterados. Más de un tercio de la superficie terrestre del mundo y casi el 75 % de los recursos de agua dulce se destinan actualmente a la producción agrícola o ganadera. El cambio climático agrava el impacto de otros factores de estrés en la naturaleza y nuestro bienestar. Los seres humanos han sobreexplotado los océanos, talado los bosques, contaminado nuestras fuentes de agua y generado impactos de gran alcance. Estas acciones están afectando la biodiversidad en todo el mundo, desde los lugares más remotos hasta nuestros propios hogares.
Incluso los centros de biodiversidad más importantes del mundo no son inmunes a la presión humana. Borneo, una enorme isla en el sudeste asiático, alberga más de 1400 especies animales y al menos 15 000 especies de plantas. Fauna emblemática como orangutanes, elefantes pigmeos, leopardos nublados, rinocerontes y monos narigudos comparten el paisaje con los árboles tropicales más altos del mundo. También encontrará más de 50 especies de plantas carnívoras que atrapan y consumen insectos y pequeños animales. Hay hasta 3000 especies de orquídeas; ranas voladoras que cambian de color; y babosas que lanzan dardos a sus parejas.
Pero la vasta riqueza de recursos naturales de Borneo ha atraído a más que amantes de la naturaleza. Durante décadas, grandes intereses internacionales se han esforzado por extraer todo lo posible de la isla: árboles de madera noble, carbón, caucho, oro, diamantes y otros metales y minerales. Los bosques son diezmados para dar paso a rentables plantaciones de aceite de palma. Incluso las plantas y los animales que hacen de Borneo un lugar tan especial son cazados, cosechados y vendidos en el mercado negro.
Toda esta presión se suma a un paisaje que cambia rápidamente, y la naturaleza lucha por mantenerse al día. El 30 % de los bosques de Borneo han sido arrasados en tan solo 40 años. Hemos perdido la mitad de los orangutanes de Borneo, en peligro crítico de extinción, en tan solo los últimos 20 años. Incluso la Nepenthes rajah, la planta carnívora más grande conocida, está en peligro de extinción. Estamos desgarrando hilos de la red de la biodiversidad, que está empezando a desmoronarse.
Pero una de las cosas más hermosas de la biodiversidad es su resiliencia. Si se reduce la presión, se gestionan bien los recursos, se le da tiempo, y el ecosistema se adaptará. La naturaleza y la biodiversidad se recuperarán. Eso es precisamente lo que WWF está haciendo en Borneo. Hemos identificado las amenazas y las estamos abordando: involucrando tanto a las comunidades locales como a los gobiernos internacionales para reservar tierras protegidas y poner fin a la deforestación ilegal; trabajando con empresas para garantizar que el papel, la madera y los productos alimenticios que consumimos a diario se obtengan de forma responsable; y liderando los esfuerzos globales para frenar los delitos contra la vida silvestre.