Perrito de las praderas de cola negra (Cynomys ludovicianus)
Hurón de patas negras (Mustela nigripes)
Gallo de las praderas menor (Tympanuchus pallidicinctus)
Búho de las praderas (Athene cunicularia)
Zorro veloz (Vulpes velox)
Murciélago de orejas largas del norte (Myotis septentrionalis)
Antílope pronghorn de Sonora (Antilocapra americana sonoriensis)
Perdiz de Utah (Cynomys parvidens)
Orquídea de franjas de pradera occidental (Platanthera praeclara)
Algodoncillo de Mead (Asclepias meadii)
Lespedeza esbelta (Lespedeza virginica)
Equinácea púrpura (Echinacea purpurea)
Cohosh negro (Cimicifuga racemosa)
Susan de ojos negros (Rudbeckia hirta)
Switchgrass (Panicum virgatum)
Pasto indiangrass (Sorghastrum nutans)
1. Factores Naturales
Fenómenos climáticos extremos
Tormentas, olas de frío o calor intenso, y cambios estacionales abruptos afectan a especies adaptadas a condiciones muy específicas, alterando la disponibilidad de agua y nutrientes.
Incendios naturales
Aunque algunas praderas dependen del fuego para regenerarse, incendios incontrolados o fuera de temporada pueden destruir hábitats críticos y reducir poblaciones vulnerables.
Sequías prolongadas
Reducen la cobertura vegetal, afectando a herbívoros y a las especies que dependen de ellos; también provocan escasez de agua.
Migración o aparición de nuevas especies
Algunas especies pueden desplazarse naturalmente por cambios en el clima o hábitat, generando competencia con las especies locales.
Plagas y enfermedades
Brotes que afectan a plantas o animales pueden alterar las cadenas tróficas y reducir la biodiversidad local.
2. Factores Antrópicos (Humanos)
Cambio climático
Alteraciones en temperatura y patrones de lluvia afectan el crecimiento de pastos, la migración de especies y el ciclo de incendios naturales.
Conversión de tierras para agricultura y ganadería
Gran parte de las praderas ha sido arada o pastada intensivamente, reduciendo el hábitat disponible y provocando erosión del suelo.
Contaminación
Plaguicidas, fertilizantes y contaminantes industriales afectan la calidad del suelo y agua, dañando plantas y fauna asociada.
Urbanización e infraestructura
Construcción de caminos, ciudades y otras estructuras fragmenta los hábitats, limitando la movilidad y reproducción de muchas especies.
Especies invasoras introducidas por humanos
Plantas como el bromo invasor y animales como el ganado exótico desplazan a las especies nativas y alteran la composición del ecosistema.
Caza, pastoreo y recolección no sostenibles
La presión excesiva sobre poblaciones silvestres para alimentación o comercio reduce su viabilidad a largo plazo.