Europa alberga una gran diversidad de especies, incluyendo animales, plantas y microorganismos. Sin embargo, muchas especies están amenazadas por las actividades humanas, como la deforestación, la contaminación y el cambio climático. La Unión Europea ha establecido objetivos para proteger la biodiversidad, incluyendo la protección de zonas marinas y terrestres, así como la restauración de ecosistemas degradados.